Sin lugar a dudas, de todas las carreras que he participado, esta ha sido la que hemos soportado el clima más inhóspito, no por los grados que marcaba el termómetro, sino por el gran viento sumado a alguna que otra llovizna que caía de vez en cuando. Con un cielo totalmente plomizo, y un Río de la Plata totalmente encrespado y revuelto, cuyas olas en varios tramos nos mojaban como lloviznas, el conjunto hacía que la sensación térmica estuviese muy por debajo. Igualmente ha sido una carrera muy disfrutable a pesar de lo mucho que costaba avanzar con el viento en contra.
Domingo por la mañana que se prestaba totalmente para quedarse y descansar, demuestra lo que para uno importa ser partícipe de estos eventos. Una nueva meta alcanzada, otra carrera lograda.
En fin, kilómetros de vida conquistados !.
