Marcando 32°C de temperatura a las 20hs, habiendo un helicóptero suspendido sobre el agua registrando la salida, partimos desde Carrascto rumbo a Trouville, 10km todo por la rambla.
Una tarde veraniega donde se congrego mucho público a lo largo del camino.
Una carrera donde cada participante llevó su camiseta y no estuvimos unificados, de esta forma nos encontramos desde los clásicos grupos de corredores, algunos que llegaron de otros departamentos, los papá o mama Noel, los que adoran una marca, los divertidos, o los que como yo llevaron la camiseta de su equipo favorito, para correr en mi caso, junto a mi amiga compañera de carrera de todo este año, que perteneciendo a equipos diferentes ambas fuimos y participamos en las carreras de nuestros rivales.
Esta vez corrimos juntas en una muestra de que ser rivales en la cancha no significa ser enemigo en la vida. Fue una linda experiencia donde el publico nos alentaba de momentos a una y en otros a la otra, hubieron quienes también nos alentaban a la discordia jajaja.
Una espléndida hidratación, a lo largo de toda la carrera que contó con varios puestos en el camino ya sea de OSE, Salus y el clásico a la altura del Museo Oceanográfico de Gatorade.
Al llegar nos entregaron una muy linda medalla aluciva a los 50 años de confraternidad con la República de Corea y a los 20 años de la corrida de la San Felipe y Santiago
La jornada fue una fiesta que culminó con danzas coreanas y como broche final un precioso espectáculo de fuegos artificiales coronando una hermosa jornada.
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