La rambla se vistió nuevamente de rosa. Otra jornada de alegría en una lucha común contra algo que afecta a tantas mujeres.
Masivamente nos unimos, formando una marea rosa que cubrió un largo trecho de la rambla montevideana.
Muy por el contrario a la entrada de otoño, parecía la entrada a la primavera, el día amenazador de lluvia pero se porto muy bien.
Estuvo bien organizada donde no falto entrada en calor, hidratación, ni postre a la llegada junto a la medalla recordatoria.
Estuvimos muy bien acompañadas y divertidas por el grupo de "Chicas" Damas Gratis durante el recorrido. En fin una muy linda jornada.
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